La característica fundamental del ERP reside en que contiene
diferentes partes, cada una de ellas destinada a las diversas áreas de
la empresa, y las integra en un sólo programa para compilar la
información que puede ser utilizada a la vez por cualquiera de los
sectores que componen una organización. Por ello, uno de los objetivos
más importantes de los sistemas ERP será lograr alcanzar la mayor optimización de todos los procesos propios de una compañía.
Esto es posible gracias a que los ERP permiten el acceso
permanente a la información generada por cada área de la empresa,
pudiendo recurrir a los datos de manera confiable y oportuna.
Si bien en algunas ocasiones el ERP puede llegar a ser definido
erróneamente como una suite de administración empresarial, provocando
por ende un uso incorrecto del software, lo cierto es que se
trata de una sola aplicación que funciona utilizando diversidad de
bibliotecas, y la información ingresada en él se compila en una extensa y
organizada base de datos centralizada.
Por ello, la característica fundamental de este tipo de software reside en recopilar y mantener disponible y actualizada la información de la que podrán hacer uso todos los sectores de la empresa, en cualquier momento que se requiera.
Por
otra parte, cabe destacar que entre todas las alternativas que existen
en la actualidad en el campo de las herramientas de gestión empresarial,
el sistema ERP es sin lugar a dudas el que ofrece mayores posibilidades y se adecúa mejor a las distintas necesidades de cada empresa. El propósito de un software ERP es apoyar a los clientes de la empresa, dar tiempos rápidos de respuesta a sus problemas, así como un eficiente manejo de información que permita la toma de decisiones y minimizar los costes.
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